Con la sentencia “hoy es el último día de la guerra”, Colombia comenzó a dejar atrás más de cinco décadas de conflicto armado que causó la mayor cifra de víctimas en la historia del país.
de alias Timoleón Jiménez, máximo jefe de las Farc, de que
El acuerdo que esa guerrilla selló con el Gobierno en el Salón Protocolar del Laguito en La Habana contempla el cese del fuego y desarme bilateral y definitivo, un paso indispensable hacia el fin del conflicto armado más antiguo de América Latina. (Además: Con apretón de manos, Santos y 'Timochenko' acuerdan fin de la guerra)
En presencia destacados líderes del mundo como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Francois Delatre; el presidente de la Asamblea General de esa misma organización, Mogens Lykketoft y presidentes de cinco naciones, el presidente colombiano Juan Manuel Santos y ‘Timochenko’, como también se le conoce a Timoleón Jiménez (su nombre verdadero es Rodrigo Londoño), sellaron el cese bilateral y definitivo del fuego y de hostilidades, que se convierte en la antesala de la paz para los colombianos.
En presencia destacados líderes del mundo como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Francois Delatre; el presidente de la Asamblea General de esa misma organización, Mogens Lykketoft y presidentes de cinco naciones, el presidente colombiano Juan Manuel Santos y ‘Timochenko’, como también se le conoce a Timoleón Jiménez (su nombre verdadero es Rodrigo Londoño), sellaron el cese bilateral y definitivo del fuego y de hostilidades, que se convierte en la antesala de la paz para los colombianos.
El recinto lleno de personalidades de la vida política de Colombia y de la región, así como de periodistas escuchó atento a los garantes de la mesa de negociación, quienes explicaron punto por punto este nuevo pacto acordado por las partes.
Mientras, en las calles de Colombia, en las oficinas, en las redes sociales, la gente seguía atenta las transmisiones por televisión. Optimista o indiferente del proceso de paz, todos sabían que lo que se decía desde La Habana era histórico.(En fotos: Lágrimas de emoción de los colombianos en las calles del país tras la firma del fin del conflicto)
Los asistentes a Cuba entonaron el himno nacional, la antesala a una hora y 18 minutos de discursos, de firmas, de silencios y aplausos.
En el encuentro de La Habana, las Farc y el gobierno de Santos también revelaron todo un itinerario para la dejación de las armas, de manera definitiva, por parte de la insurgencia.
Hubo momentos de mucha emoción en esta jornada en la capital cubana, como cuando el presidente anfitrión, Raúl Castro, volvió a juntar las manos de los dos adversarios -Santos y Timochenko- mientras sostenían, cada uno, el texto del acuerdo sobre la renuncia al uso de las armas. También cuando ambos sellaron con palabras comprometedoras lo firmado.
Mientras, en las calles de Colombia, en las oficinas, en las redes sociales, la gente seguía atenta las transmisiones por televisión. Optimista o indiferente del proceso de paz, todos sabían que lo que se decía desde La Habana era histórico.(En fotos: Lágrimas de emoción de los colombianos en las calles del país tras la firma del fin del conflicto)
Los asistentes a Cuba entonaron el himno nacional, la antesala a una hora y 18 minutos de discursos, de firmas, de silencios y aplausos.
En el encuentro de La Habana, las Farc y el gobierno de Santos también revelaron todo un itinerario para la dejación de las armas, de manera definitiva, por parte de la insurgencia.
Hubo momentos de mucha emoción en esta jornada en la capital cubana, como cuando el presidente anfitrión, Raúl Castro, volvió a juntar las manos de los dos adversarios -Santos y Timochenko- mientras sostenían, cada uno, el texto del acuerdo sobre la renuncia al uso de las armas. También cuando ambos sellaron con palabras comprometedoras lo firmado.
Con la sentencia de alias Timoleón Jiménez, máximo jefe de las Farc, de que “hoy es el último día de la guerra”, Colombia comenzó a dejar atrás más de cinco décadas de conflicto armado que causó la mayor cifra de víctimas en la historia del país.
El acuerdo que esa guerrilla selló con el Gobierno en el Salón Protocolar del Laguito en La Habana contempla el cese del fuego y desarme bilateral y definitivo, un paso indispensable hacia el fin del conflicto armado más antiguo de América Latina. (Además: Con apretón de manos, Santos y 'Timochenko' acuerdan fin de la guerra)
En presencia destacados líderes del mundo como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Francois Delatre; el presidente de la Asamblea General de esa misma organización, Mogens Lykketoft y presidentes de cinco naciones, el presidente colombiano Juan Manuel Santos y ‘Timochenko’, como también se le conoce a Timoleón Jiménez (su nombre verdadero es Rodrigo Londoño), sellaron el cese bilateral y definitivo del fuego y de hostilidades, que se convierte en la antesala de la paz para los colombianos.
En presencia destacados líderes del mundo como el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; el presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Francois Delatre; el presidente de la Asamblea General de esa misma organización, Mogens Lykketoft y presidentes de cinco naciones, el presidente colombiano Juan Manuel Santos y ‘Timochenko’, como también se le conoce a Timoleón Jiménez (su nombre verdadero es Rodrigo Londoño), sellaron el cese bilateral y definitivo del fuego y de hostilidades, que se convierte en la antesala de la paz para los colombianos.
El recinto lleno de personalidades de la vida política de Colombia y de la región, así como de periodistas escuchó atento a los garantes de la mesa de negociación, quienes explicaron punto por punto este nuevo pacto acordado por las partes.
Mientras, en las calles de Colombia, en las oficinas, en las redes sociales, la gente seguía atenta las transmisiones por televisión. Optimista o indiferente del proceso de paz, todos sabían que lo que se decía desde La Habana era histórico.(En fotos: Lágrimas de emoción de los colombianos en las calles del país tras la firma del fin del conflicto)
Los asistentes a Cuba entonaron el himno nacional, la antesala a una hora y 18 minutos de discursos, de firmas, de silencios y aplausos.
En el encuentro de La Habana, las Farc y el gobierno de Santos también revelaron todo un itinerario para la dejación de las armas, de manera definitiva, por parte de la insurgencia.
Hubo momentos de mucha emoción en esta jornada en la capital cubana, como cuando el presidente anfitrión, Raúl Castro, volvió a juntar las manos de los dos adversarios -Santos y Timochenko- mientras sostenían, cada uno, el texto del acuerdo sobre la renuncia al uso de las armas. También cuando ambos sellaron con palabras comprometedoras lo firmado.
Mientras, en las calles de Colombia, en las oficinas, en las redes sociales, la gente seguía atenta las transmisiones por televisión. Optimista o indiferente del proceso de paz, todos sabían que lo que se decía desde La Habana era histórico.(En fotos: Lágrimas de emoción de los colombianos en las calles del país tras la firma del fin del conflicto)
Los asistentes a Cuba entonaron el himno nacional, la antesala a una hora y 18 minutos de discursos, de firmas, de silencios y aplausos.
En el encuentro de La Habana, las Farc y el gobierno de Santos también revelaron todo un itinerario para la dejación de las armas, de manera definitiva, por parte de la insurgencia.
Hubo momentos de mucha emoción en esta jornada en la capital cubana, como cuando el presidente anfitrión, Raúl Castro, volvió a juntar las manos de los dos adversarios -Santos y Timochenko- mientras sostenían, cada uno, el texto del acuerdo sobre la renuncia al uso de las armas. También cuando ambos sellaron con palabras comprometedoras lo firmado.
Proceso de paz
Un proceso de paz en colombia es dar libertad para que todo mundo se integre de sociedad en sociedad El uso del término "proceso de paz" a menudo es criticado por ser usado en un contexto impropio a las situaciones dadas. Los críticos de izquierda como Nom Chomch argumentan que la historia de participación estadounidense en Medio Oriente desacredita la idea de que pueda ocurrir un auténtico "proceso de paz". Osama bin Laden se ha referido al proceso israelí-palestino de paz como "un proceso de capitulación". Términos similares usa Francisco José Alcaraz, ex presidente de la AVT, para referirse a las supuestas conversaciones del PSOE con ETA. En este sentido la izquierda abertzale prefiere hablar de "proceso democrático", ya que, según su visión, el conflicto es únicamente de índole político. Un proceso de paz es un esfuerzo para lograr un acuerdo que ponga fin a la violencia, así como para implementarlo, mediante negociaciones que pueden requerir la mediación de terceros”. Con esta definición inicial se destaca la idea de que un “proceso” no es momento puntual, sino un conjunto de fases o etapas alargadas en el tiempo, en las que intervienen todos los actores afectados, en un esfuerzo colectivo para en un momento determinado alcanzar acuerdos que permitirán acabar con la situación anterior, dominada por la violencia y el enfrentamiento armado, para dar paso mediante el diálogo y el consenso a pactos o acuerdos que pongan fin a la violencia física, y mediante la implementación de los acuerdos, iniciar una nueva etapa de progreso y desarrollo que permita superar igualmente las violencias estructurales que propiciaron el surgimiento del conflicto. En el cuaderno se señalan los modelos de procesos de paz, las etapas que se siguen, los casos de Guatemala, Sudáfrica e Irlanda del Norte, así como los riesgos habitales que sufren los procesos y los retos de la etapa de implementación de los acuerdos de paz. El gobierno del ex presidente liberal, Julio César Turbay, creó una comisión de paz para iniciar conversaciones con la guerrilla. El ex presidente Carlos Lleras Restrepo, quien tenía la misión de liderar el proceso, renunció con el argumento de que no lo dejaron establecer contactos con la insurgencia. 1982 El entonces presidente conservador, Belisario Betancur, inició una negociación de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).1984 El gobierno de Betancur y las FARC firmaron el Acuerdo de La Uribe, que incluyó el cese bilateral del fuego, la suspensión del secuestro y la apertura de espacios políticos para la guerrilla. El proceso fracasó y se rompió en 1987.1988 El presidente liberal, Virgilio Barco, comienza acercamientos de paz con las FARC, pero el exterminio a manos de paramilitares de ultraderecha de miles de militantes del partido izquierdista Unión Patriótica, vinculado con esa guerrilla, impide avanzar.Barco también inicia diálogos con la guerrilla del M-19 y expide una ley de amnistía.1990El gobierno de Barco firma un acuerdo de paz con el M-19 que entrega las armas, se reintegra a la vida civil y se convierte en una fuerza política.1991El entonces presidente César Gaviria inicia conversaciones con las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la capital de Venezuela que luego se trasladan a Tlaxcala, en México. En 1992 se rompe el proceso por el asesinato de un ex ministro secuestrado por la guerrilla.En ese mismo año, se desmovilizan las guerrillas del Ejército Popular de Liberación (EPL), el grupo indigenista Quintín Lame y el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) después de acuerdos de paz.1993Durante el Gobierno de Gaviria se reintegran a la vida civil y entregan las armas los integrantes de la Corriente de Renovación Socialista, una disidencia del ELN.1998 El gobierno del presidente Ernesto Samper concede el estatus político al ELN en un esfuerzo por lograr un acuerdo de paz. También hubo encuentros con ese grupo rebelde en España y Alemania que no prosperaron.El candidato conservador, Andrés Pastrana, gana la presidencia de Colombia con la promesa de iniciar un diálogo de paz con las FARC para poner fin al conflicto interno. El entonces mandatario retira las Fuerzas Militares y de Policía de una zona de 42.000 kilómetros cuadrados -dos veces el tamaño de El Salvador- para que sirva de sede a la negociación.1999Se inicia el proceso con las FARC, el tercer intento formal para lograr la paz con esa guerrilla. Los diálogos se realizaron en medio de la confrontación y se rompieron en febrero del 2002.Durante el Gobierno de Pastrana también se mantuvieron aproximaciones con el ELN, sin lograr avances concretos. 2002 Durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe, quien lanzó una ofensiva militar contra la guerrilla con el apoyo de Estados Unidos, se inician diálogos con el ELN en Cuba.Entre 2004 y 2005 hubo facilitación de México y en 2007 se intentó restablecer el proceso con ese grupo rebelde en Venezuela con la mediación del presidente Hugo Chávez, pero una vez más las aproximaciones fracasaron. 2012 El presidente Juan Manuel Santos anuncia a comienzos de septiembre que su Gobierno y las FARC firmaron un acuerdo marco que establece un procedimiento, una hoja de ruta, para avanzar en negociaciones de paz que comenzarán en la primera quincena de octubre en Oslo, Noruega, y luego continuarán en Cuba.El máximo comandante de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o "Timochenko", se declaró optimista sobre el proceso de negociación.